viernes, 9 de septiembre de 2011

Lanzarote forever, ¡viva el todo incluido!


Acabamos de volver de Lanzarote, Playa Blanca, un todo incluido fantástico: Hotel Papagayo Arena.

Me lo había recomendado una amiga y por fin le hice caso y fuimos. La pega es que hay que volar, con lo que, al ser familia numerosa (5), la cosa encarece, pero el sitio es fantástico. Los niños se lo pasaron genial y, además, este hotel es especial para familias, ideal. Todo está pensado para la comodidad de los padres. No hay que preocuparse de ninguna comida, te dan de todo y a toda hora, incluso para los bebés más pequeños.

Me sorprendió ver muchas madres con bebés de 1-2 meses y también embarazadas. Pero ¡no me extraña! Es realmente un paraíso para recuperarse de un parto.

Y además en este hotel tenían miniclub, para niños a partir de 4 años, lo cual es una gozada. Nosotros no lo pudimos usar, porque mis peques tienen todos menos de cuatro años, pero sí podíamos sumarnos con ellos a las actividades, por ejemplo, a su minidisco de las 20:30, graciosísima.

Un sitio muy recomendable para quien quiera pasar 1 semana con sus hijos y disfrutar de ellos en un entorno donde apenas las rabietas pasan a segundo plano.

Para quien se atreva, recomiendo las Playas Papagayo y la Playa Dorada, lo mejor de la isla para los peques. Y no recomiendo nada la excursión a Fuerteventura, la isla Lobo y Graciosa con peques menores de 7 años, no merece la pena.

Chupetes y pañales

Ayer me llamó una amiga que está a punto de dar a luz a su primer peque y me consultó cosas que no se me había ocurrido comentar en el blog. Pero enseguida recordé que a mí me surgieron las mismas dudas que ella cuando tuve a mi primer hijo, y he decidido recoger aquí los aspectos más importantes de mi conversación con ella.

CHUPETES: ¿sí o no?
Esta es una cuestión muy personal, y ahí no me voy a meter. Hay personas que dicen que el chupete deforma el paladar, que mejor no, pero por otro lado el niño necesita calmarse, y dos de mis tres peques al final cogieron el dedo, que cuesta más quitar que el chupete y que también deforma el paladar. Conclusión: que cada uno haga lo que quiera. Yo creo, personalmente, que la decisión que tome la madre será la mejor, y que cada madre puede hacer lo que crea conveniente. Por lo general, los peques de biberón prefieren el chupete y los peques de pecho prefieren el dedo, pero no hay reglas, y cada niño es un mundo.
Yo no he conseguido que ninguno de mis tres hijos usen chupete. Después de tres crianzas y de haber leído muchos libros, consultado a muchos pediatras y haber visto muchos documentales, he llegado a la conclusión de que esto se debe a que durante el primer mes de vida mis peques no tuvieron contacto con el chupete. Como me había dicho todo el mundo: "No le pongas el chupete si quieres que se agarre bien al pecho", yo seguí las indicaciones al pie de la letra y no intenté meter el chupete hasta después del mes de vida. Error. Si uno quiere que su hijo use chupete, hay que metérselo cuando tiene 1 semana o 10 días, es decir, cuando ya hemos visto que se ha cogido bien al pecho y no nos da miedo que prefiera el chupete a la teta (cosa bastante improbable).
En cuanto al tipo de chupete, hay diez mil marcas y todas muy buenas. Desde mi punto de vista, es bueno que el chupete sea anatómico, pero el que elegirá será el niño, porque conozco casos de padres que prueban hasta 10 marcas distintas porque su hijo lo rechaza, así que sobre gustos, colores. A mí me gustaban mucho los Avent, porque vienen con un protector de plástico y da la sensación de que el chupete así se mantiene más limpio. Pero, vamos, que yo creo que es algo muy personal.
Lo importante es que, si queremos que coja el chupete, el peque ha de tener contacto con él tras la primera semana de vida, 10 días, 2 semanas como mucho. Lo que el bebé no conozca durante su primer mes, luego lo rechazará. Lo vi en un documental y lo he comprobado en mis carnes con mis tres hijos. Yo no les ofrecí el chupete hasta después del mes y medio, y no hubo forma de metérselo. Pero, como digo siempre, esto es solo mi experiencia y mi opinión.

PAÑALES: ¿cuáles y por qué?
Después de comparar calidad/precio en pañales, puedo afirmar (y no me pagan nada por ello) que sin lugar a duda los mejores pañales son los de Dodot. Realmente son más resistentes y absorbentes, aguantan sin problemas 14 horas seguidas de pises sin reventar y además son supercómodos para los peques. Con mi segundo hijo probé pañales de otras marcas (no voy a dar marcas, pero eran marcas blancas, de cadenas concretas) y todos ellos me parecieron superrígidos. Para un bebé de hasta 3 meses, que apenas se mueve, da un poco igual, pero cuando el niño empieza a moverse más, sobre todo a sentarse (5 meses) y gatear (6-7 meses en adelante), la diferencia es mucha y el ahorro no lo justifica. Yo hice el cálculo y creo recordar que me ahorraba al mes 3 euros. No me merecía la pena. Y además, ojo, que al final los Dodot aguantan más tiempo, con lo que yo actualmente cambio 3-4 pañales a mi peque de 16 meses, no más, pero si usas otras marcas puedes gastar hasta 7-8 sin problemas. Me refiero a después de los 6 meses, ojo, porque de 0-6 meses el gasto en pañales es de 8 diarios).

Espero que esto sirva a alguien más que a mi amiga.

viernes, 19 de agosto de 2011

Mochilas para el cole

Dentro de poco comienza el colegio, y muchos niños empezarán por primera vez. Estoy segura de que los padres os preguntaréis "¿Y qué tipo de mochila compro?". Hay montones de modelos: con ruedas, sin ruedas, grandes, pequeñas, con bolsillos, sin bolsillos. Mi consejo es entender primero para qué se va a usar la mochila y si necesitaremos una o más de una. Cuando los niños van a la guardería, normalmente, salvo que la guardería tenga mochilas propias, se prefiere una mochila sin ruedas y de un tamaño medio (para meter mudas, pañales, bibe de agua y mil cosas más). Como el niño no la va a llevar, sino que serán los padres, se prefieren sin ruedas, porque ocupan menos sitio en la guardería y pueden ir mejor colgadas de los percheros que las que tienen ruedas. Cuando se empieza el colegio la cosa cambia. Y mi consejo es llevar siempre las mochilas con ruedas, pero eso sí: de un tamaño moderado. En segundo ciclo de infantil se necesita una mochila ni muy grande ni muy pequeña. Por lo general el niño llevará ahí la agenda, el baby, el desayuno de media mañana, botellín de agua y poco más. A veces, de vez en cuando, la ropa de cambio, pero no todos los días. Desde mi punto de vista, es mejor una mochila con varios bolsillos, porque así podemos meter la agenda del cole en un sitio distinto de donde va la comida (o el carné del cole, si tiene), y evitamos que la agenda se estropee con restos de zumo o yogur esparcidos por la mochila. Las ruedas aquí son fundamentales, porque será el niño quien lleve la mochila a la entrada y salida del colegio, y para ellos es mucho mejor llevarla así. En mi cole, mi peque tiene que llevar además una segunda mochila para la piscina. En este caso he optado por una mochila sin bolsillos (un único compartimento) y bastante impermeable, ya que ahí irá la toalla, el bañador mojado, el gorro... Así que cuando más rápido se seque, mejor. Cuando el niño ya empieza primaria supongo (aún mis peques no están en esa fase) que quizá sí hay que traer y llevar deberes, y ahí es donde es preciso irse a mochilas un poquito más grandes. Espero que estos consejos sirvan para los que empiezan el cole en septiembre. ¡Buena suerte en el primer mes de clase!

lunes, 25 de julio de 2011

Consejos para que las visitas al zoo/parque de atracciones sean más llevaderas

El domingo fuimos el zoo. Es la primera vez que se nos da todo genial. El primer día que llegamos bien equipados, con lo justo y necesario (y no con la casa a cuestas) y que los niños se portan como nunca. El secreto de esto es saber qué conviene llevar y qué es mejor reservar para cuando estamos en casa.

Lo primero, el tema de la comida. Para procurar no gastar mucho, llevamos bocatas para mi marido y para mí (de tortilla francesa), y a los peques les llevamos ya comida. Otras veces hemos intentado ir a comer allí, pero los niños se portan fatal, porque están exaltados, fuera de su rutina y lo que quieren es estar al aire libre, no sentados en un restaurante. Así que el domingo pasado lo que llevamos fueron platos fáciles de comer para ellos, con los que no se mancharan mucho y que nos permitieran tener la comida en paz. A Olivia, la más peque, le llevamos un potito. No tuve tiempo de preparar el puré antes de salir porque ese día nos despertamos tarde. Pero eso sí, para no tener que depender de ningún sitio que me caliente las cosas, el potito me lo llevé ya caliente. Tenemos uno de esos termos para papillas de Chicco (es buenísimo, por cierto, aquí el link: http://www.leches-dietas-yotros.es/chicco-termo-papilla-bebes/3-157-119-157.htm). Es buenísimo, porque trae dos recipientes, y a nosotros nos sirvió para los tres peques. Como decía, a Olivia le llevamos el potito pero ya caliente y metido en uno de los dos recipientes del termo. Para los otros dos peques, teníamos un frasco de espagueti boloñesa que venden en la sección de potitos. No recuerdo la marca, pero son los únicos que hay, y están realmente bien hechos. No son nada secos, es decir, tienen abundancia de salsa, la justa carne picada para que lo mastiquen bien y saben genial. Ese frasco también lo calentamos antes de salir y lo metimos en el segundo recipiente del termo de Chicco. Y ahí que fuimos. Aparte llevamos unos nuggets con unos sobrecitos de ketchup porque 1 frasco de espagueti para Gabriel y Gonzalo nos pareció poco y no teníamos un segundo termo, así que, con llevar unos cuantos nuggets para acompañar el plato de espaguetis, listo. De postre, llevamos unos petit bebibles; los hay de bolsillo también, para chupar, muy prácticos si no queremos que se lo echen encima. Y por si se quedaban con más hambre o por si al final nuestra visita se extendía a la hora de la merienda (cosa que ocurrió), llevamos unos zumos pequeños, unos batidos pequeños y 1 yogur para cada uno. Obviamente, además, nos fuimos equipados de 1 biberón térmico de agua para cada uno, y un par de latas de bebida para nosotros dos. Todo esto me cupo perfectamente en una bolsa térmica que tengo, que es magnífica (y volvió vacía a casa). Es blandita, con lo que cual se la puede llenar bastante hasta arriba, y ahí metimos todo lo que se debía mantener fresco (los nuggets fueron en túper aparte). Desde mi punto de vista es mucho más práctico que ir cargado con la nevera rígida con hielos, sobre todo si se lleva carrito de bebé, que ya ocupa. Y hablando de practicidad, para dar de comer a los peques llevamos unos baberos desechables que venden en Mercadona que son espectacularmente útiles, y por supuesto cucharas desechables para comer. Así no teníamos que entrar a ningún sitio a limpiar nada (los recipientes del termo los llevamos sucios dentro del termo, y como va cerrado no pasa nada; luego en casa lo limpié).

Eso en cuanto a la comida. Y ahora, en cuanto al resto de cosas, por supuesto llevamos protector solar, mudas para todos, el kit del bebé (con sus pañales y demás), gorras para la cabeza y aguas.

Allí en el zoo no nos hizo falta de nada. No gastamos más que la entrada, que en nuestro caso fue cero, porque tenemos el bonoparques, muy recomendable para cualquier familia que haga más de 2 visitas al año a cualquiera de estos parques reunidos. No cogimos ni foto (ya teníamos otras de antes) ni cochecitos para los peques (son un rollo, porque te dejas el brazo empujándolos, el niño no anda y no hace ejercicio y además hay un montón de sitios donde el coche no se puede entrar), ni bebida, ni comida, nada. Y fue el día que mejor nos lo pasamos.

Espero que alguno de estos consejos sirva a las cientos de familias que veo por los parques. Nosotros, después de varias visitas, por fin le hemos pillado el tranquillo para disfrutar tanto o más que lo peques.

jueves, 2 de junio de 2011

Las primeras semanas del bebé

Los primeros momentos del bebé con nosotros, sobre todo si es el primero, son cruciales. Los padres no tienen experiencia y el peque tampoco. La idea es que juntas vayan aprendiendo. He querido contar aquí mi experiencia y mis ideas sobre las primeras semanas del bebé, porque creo que el vínculo que creamos con él desde su nacimiento es muy importante y a muchos padres les gusta sentirse más seguros ante la llegada del pequeño de la casa.
Cuando el niño nace le hacen una prueba, el test del Apgar. Lo normal es que obtenga una calificación peor al principio y luego suba (se la hacen dos veces seguidas). También le hacen pruebas del talón, para descartar ciertas enfermedades. Todo esto es normal, y no hay que asustarse.
En el hospital, dependiendo de de cuál se trate, nos preguntarán quizá si queremos que se lleven al bebé al "nido". Esto significa que se lo llevan, lo asean y pasa la noche con los demás bebés, pero no con nosotros en la habitación. Esta decisión es muy personal. Yo prefiero tener al peque conmigo, porque me la sensación de que se va a sentir solo sin su mamá, pero también es verdad que es la última noche en mucho tiempo que los padres podrán descansar del tirón. Lo que sí es importante saber es que si el peque se va a nido más que seguro beberá un bibe. Para la lactancia materna, eso tampoco es la muerte de nadie, pero si no queremos que eso ocurra, mejor quedarse al peque en la habitación, con nosotros.
Durante las dos primeras semanas, el peque no puede bañarse en agua entero, porque el cordón umbilical aún no se ha caído. Es importante mantener la zona seca y los lavados del bebé se deben hacer con mucha precaución.
Postura para dormir: hay muchas teorías, pero lo mejor sin duda es de lado. Después de cada toma le vamos cambiando de lado para que la cabeza no se deforme y listo. Si se acuesta boca abajo de pequeñito, puede ahogarse, y si se acuesta boca arriba se puede ahogar con sus propias babas. A partir del cuarto mes la cosa cambia y el propio bebé irá adoptando la postura que quiera para dormir.
Y ahora: ¿dormimos con él o en su cuna? Yo sugiero acostumbrar al bebé a dormir en la cunita desde el principio. Si le acostumbramos a los brazos, a medida que crezca no sabrá dormirse solito y lo pasará francamente mal. Pero cada uno sabe lo que hace. Ahora, lo que no podemos pretender es acostumbrarle a dormir en brazos desde que nace, y que con seis o siete meses se quede en la cuna sin rechistar. Eso seguro que no pasará, porque los bebés no son tontos.

Bueno, padres primerizos, a disfrutar de los primeros meses del bebé, que pasan volando...

viernes, 13 de mayo de 2011

Lo que siempre has querido saber sobre el parto y nunca nadie te ha contado

Repasando correos electrónicos, me he topado con este, del que cito solo un extracto:

Os cuento cómo fue la cosa: el jueves 11 fui a mi ginecóloga, como siempre,
a monitores y ni media contracción. Todo tranqui, así que me comentó que aún
estaba la cosa verde y que creía que me lo induciría el 22 o 23 de octubre,
para que el niño no fuese gigante y pudiese tener un parto normal. Pero me
exploró para intentar estimular la zona y me dijo que podía sangrar un
poquito y que no me preocupara. Esa noche no pude dormir del dolor de tripa
que tenía, pero lo achaqué a la exploración y no le di mayor importancia, ya
que últimamente mis achaques eran muy frecuentes.

Al día siguiente, el 12, estuve todo el día rara, con dolores que no sabía
qué eran, pero no manché ni nada y pensé que todo era normal, así que hice
mi vida normal, desayuné, comí, merendé y hasta cené, pero a eso de las
22.00, cuando fui al baño, había manchado un poco y me asusté por si al niño
le podía pasar algo, así que le dije a David que fuéramos a urgencias o
llamáramos al teléfono móvil que me había dado mi ginecóloga por si me ponía
de parto. Ahí me dijeron que seguramente fuera una falsa alarma, pero que
fuera a la clínica igualmente, por si acaso.

Total, que ahí nos fuimos David y yo, con los bolsos del parto, por si
acaso, a la clínica, y ese trayecto fue el peor de toda mi existencia. Me
cagué en todos los baches del centro de Madrid, porque los dolores eran tan
grandes que cada bache me parecía eterno. Tendríais que haberme visto...
Estaba tranquila (David era un manojo de nervios y yo procuraba mantener la
compostura), pero con un dolor que me hizo decir de todo. Y eso sí, segura
de que esa noche volvía a casa a soportar una semana más de dolores, porque
NO TENÍA NI IDEA DE QUE ESO QUE ESTABA SINTIENDO ERAN CONTRACCIONES.

Total, que cuando llegamos y me pusieron monitores resulta que estaba de
parto. Me ingresaron a las 00.00 del día 13 de octubre y a las 3.15 nacía
Gabriel Matteo Parra Licitra (que así se llama mi niño), el bebé más guapo y
más dulce del mundo entero. Pesó 3,380 gr y está fenomenal, por suerte. Es
súper bueno, y no exagero. No llora casi nunca y duerme muchísimo. Tanto que
los primeros días había que despertarlo para que coma...

Tengo mejores fotos que estas que os mando, pero os voy adelantando esta
tanda hasta que David y yo encontremos un hueco para descargar las más
bonitas que hemos hecho y enviároslas.

Me pareció interesante compartirlo, y esto me da pie a contar de verdad lo que son las contracciones, cómo son, y lo que se siente en el parto.

CONTRACCIONES
Las contracciones son como un dolor de regla fuerte, algo así. Pero notas la tripa dura y te molesta todo el cuerpo. Cuando no estás de parto, te pueden dar sin periodicidad, pero si notas que son periódicas (o sea, no solamente 1 o 2 veces al día), empieza a calcular cada cuánto son.

EL PARTO
Sabes que te has puesto de parto por dos cosas: 1) o bien has roto aguas (a mí no me pasó en ninguno de mis tres embarazos), 2) o bien tienes contracciones regulares. Yo fui al hospital cuando las tenía cada 7 minutos, pero como vivo lejos del hospital llegué justita. Yo recomendaría a las embarazadas ir al hospital cuando las contracciones sean constantes y cada 15 minutos.
Lo normal es que llegues ahí y, según el hospital y la matrona, pasan distintas cosas. En algunos sitios te ponen un enema, oxitocina y suero. En otros nada. Y luego todo depende de si quieres epidural o no. Si llegas dilatada de mucho y a punto de dar a luz, seguramente no te dé tiempo a que te haga efecto y no te la pongan. Pero si vas al hospital cuando las contracciones son cada 15 minutos aproximadamente, si quieres, sí podrán ponértela seguramente.
Una vez que estás ahí, a dilatar. Hay mujeres que dilatan muy rápido y otras que tardan horas. Y es lo más "rollo" del parto, la espera, los nervios... Una vez que estás lo suficientemente dilatada, te llevan al paritorio y hala a empujar.
En cuanto a la epidural: lo bueno es que te hace llevar mejor los dolores de las contracciones, que son realmente lo más molesto del parto, desde mi punto de vista. Lo malo es que no notas la presión del niño intentando salir por abajo y, por tanto, obviamente no empujas mejor.
Yo, después de haber tenido tres partos distintos (Gabriel, natural y con epidural 100% y fórceps; Gonzalo, natural y con el efecto del epidural pasado cuando llegó el momento de empujar, sin fórceps; Olivia, inducido pero sin epidural), sin duda si volviera a quedarme embarazada me pensaría muy bien lo de la epidural. Es cierto que se pasa un dolor tremendo con las contracciones, y luego sobre todo cuando el niño sale y te retiran la placenta, pero es cuestión de muy poco si empujas bien y no hay problemas de posición del niño. En mi caso, cuestión de 10 o 15 minutos, tiempo que al cabo de 2 horas has olvidado por completo.

En fin, hasta aquí el parto. Luego viene el posparto, pero esa es otra historia que contaré otro día, porque da para muuuuuuuucho. Ahí sí que hay un sinfín de cosas que nadie me había contado y que conviene conocer.

Bronquiolitis

Yo he tenido la suerte de que mi primer hijo no tuvo bronquiolitis. No sé de qué dependerá que algunos niños la desarrollen o no; supongo que los que tienen los pulmones más fuertes y resisten mejor no la cogen (pero no tengo argumentos pediátricos para esto).

Pero Gonzalo, mi segundo hijo, ha tenido bronquiolitis una y otra vez desde los tres meses. Ahora, por suerte, desde hace casi un año, no la sufre. Parece que lo suyo ha sido un caso leve (al fin y al cabo no ha estado hospitalizado nunca) y que con el tiempo ha ido disminuyendo. Pero quiero contar lo que suponía para aquellos padres que lo sufren y no saben qué pasa.

La bronquiolitis no es más que la inflamación de los bronquiolos, y lo normal es que a los dos años pare de repetirse. Lo malo es que una vez que el niño la coge, se repite una y otra vez, cada vez que el niño se resfría. Lo que en un niño cualquiera es un simple constipado (resfriado), en un niño con tendencia a la bronquiolitis se convierte en mucho más: se agita, no puede respirar bien, le suena la espalda y se oyen pitidos. Lo de que "le suena la espalda" es fácil saberlo: basta con apoyar la mano en la espalda del niño y notar los mocos que fluyen por ahí. Y los pitidos son parecidos a los que tiene un asmático cuando no respira bien.

Ahora bien, qué hacemos. Es muy importante que procuremos que el niño coja resfriados lo menos posible. En invierno, por supuesto, que vaya siempre abrigado (pero sin pasarse, porque los sudores y el frío posterior tampoco son buenos). Y en verano, cuidado con los aires acondicionados y con las piscinas, sudores y el exceso de humedad. Gonzalo desarrolló bronquiolitis a los 3 meses, en plena primavera. Parece que su mucosidad tiene base alérgica, aunque aún es pronto para saberlo a ciencia cierta, y es verdad que durante la primavera fue cuando peor ha estado siempre que ha tenido bronquiolitis. Otro momento clave fue un verano, en que no tenía ni un año, en el que fuimos al sur. El exceso de humedad, las corrientes de aire y el calor excesivo le hicieron resfriarse, y al día siguiente, zas, bronquiolitis otra vez.

El tratamiento: según tengo visto, hay dos tendencias. Hay pediatras que sugieren no hacer nada, nada más que hacerlo dormir en posición medio-vertical, mucho líquido, pero en pequeñas dosis, si acaso algunos aerosoles con suero, y poco más. Yo estaba tan cansada de la situación que busqué otras alternativas, y decidí ir a ver a un neumólogo. Fue mi mejor decisión: es cierto que el niño estuvo tomando medicinas preventivas durante mucho tiempo, pero también fue desde entonces cuando los episodios de bronquiolitis se redujeron más de la mitad. La neumóloga nos dio un tratamiento que no cubre la seguridad y que me costaba unos 40 euros al mes, durante unos 8 meses, pero mereció la pena. Además de eso, en los momentos de crisis: ventolín en aerocámara (un utensilio que cuesta unos 30 euros, porque la seguridad social te cobre solo parte), aerosoles con suero y 3 días de corticoides si el niño realmente tiene dificultades para respirar. Este es el tratamiento, me lo sé de memoria porque lo hicimos tantas veces... Y cada vez que iba a urgencias me soltaban el mismo rollo: "3 días de corticoides, X gotas cada 12 horas, 2 puff de ventolín cada 6 horas (y luego vamos espaciando) y aerosoles por lo menos 3 veces al día". Me refiero a los médicos de esta corriente, la de medicar, porque como ya he dicho hay otros muchos que recomiendan no dar ninguna medicina.

No sé quién tendrá razón, pero yo estoy encantada con la neumóloga que trató a mi hijo. Ya parece que se dedica a pediatría general, pero sin duda si algún día tengo algún problema con Gonzalo o con Olivia, será a ella a quien acuda.

Olivia por suerte ha tenido bronquiolitis solo 2 veces, y muy leves. Todavía es pequeña y seguro que el invierno que viene me sorprende con más episodios, pero la experiencia con Gonzalo me deja tranquila porque ya sé qué hacer en estos casos.

A los padres que tengan este problema: en cuanto notéis que las toses del niño no son simples toses, sino que van acompañadas de una agitación, al punto de que veis que al peque le cuesta respirar, lo cual suele coincidir con notarle los mocos al niño poniendo la mano en la espalda (y si le da fiebre al niño, más todavía), id al médico, no lo dejéis estar. Mejor una visita a tiempo que una bronquiolitis que derive en neumonía. Eso sí que tiene que ser mucho peor. Gonzalo estuvo a punto una vez, le hicieron placa de tórax y todo, pero por suerte no llegó a tenerla porque le trataron a tiempo.

Espero que mi experiencia os ayude. Si queréis saber más sobre este tema, visitad este blog: http://elmedicodemihijo.wordpress.com/2010/12/10/en-estado-de-alarma/

viernes, 6 de mayo de 2011

Los dichosos dientes

Los dientes son un tema que suele preocupar a los padres primerizos. La gente continuamente, en cuanto el niño se lleva las manos a la boca, te dice: "Ay, pobrecito, ya está con los dientes". Y no siempre es así.

Unos básicos que debemos saber:

1) Los dientes suelen empezar a salir sobre los 5 meses, pero hay niños que son más precoces y otros a los que hasta el año no les sale ni uno. Esto no tiene que ver con que tomen poca leche, sino con que cada niño es un mundo. No hay que preocuparse, salvo que el pediatra nos lo diga expresamente en alguna revisión.

2) No es necesario ir al dentista hasta que el niño no tiene todos los dientes. Hay pediatras que te recomiendan ir a los 3 años, otros a los 4. Yo creo que es cuestión de esperar a que el peque tenga todos los dientes, o si vemos algún problema (dientes torcidos, descoloridos, negros...).

3) La dentición puede dar fiebre a algunos niños. Hay niños que tienen fiebre sin ningún motivo aparente. Cuando el pediatra nos diga "serán los dientes", no desconfiemos. Es que serán los dientes seguramente. A veces pasa. Uno se asusta, lógico, pero si el pediatra no le encuentra nada, hay que saber que esto es muy frecuente en algunos niños.

4) Para cepillarse los dientes conviene empezar sobre el año de vida, en cuanto el niño tenga un par de dientecillos. Además, hay cepillos muy blanditos en la farmacia para crearle el hábito al peque. Viene muy bien, porque si no empezamos de pequeño luego no querrán cepillarse, y eso sí será un problema.

En este enlace, publican un contenido muy interesante para los padres, lo recomiendo: http://pediagranadilla.wordpress.com/2011/05/06/cuidando-los-dientes/

jueves, 5 de mayo de 2011

Dormir o no dormir, esa es la cuestión

Existen dos corrientes muy diferenciadas: los seguidores de "Duérmete niño" (Dr. Estivill) y los seguidores de "Dormir sin lágrimas" (Dra. Rosa Jové). Son dos métodos muy claramente diferenciados. En el primer caso, se trata de una terapia conductista y de "dejar llorar al niño" para que aprenda a dormir solo. En el segundo caso, se aboga por dormir a los niños en brazos y disfrutar de los peques hasta que ellos lo necesiten, ya que el contacto humano es esencial en los primeros meses de vida.

En este enlace se puede encontrar más información al respecto: http://www.bebesymas.com/ser-padres/los-metodos-duermete-nino-vs-adormir-sin-lagrimasa-en-practica-las-imagenes-hablan-por-si-solas

Desde mi punto de vista, la educación de los niños no puede ser radical. Es decir, no es que uno sea de un método o de otro. Se trata de encontrar un equilibrio entre la salud del niño y la salud mental de los padres.

Cuento mi caso: Gabriel, primer hijo, aprendió desde el principio a dormirse en brazos, y el problema que teníamos es que no sabía dormirse solo en su cuna. Lo pasaba realmente mal, porque estaba agotado pero si lo dormíamos en brazo, acunándolo, de pie (!!!) y bailoteando, no se dormía. Esto para nosotros era una auténtica pesadilla. Así que, cuando tuvo 1 año, que prácticamente fue cuando iba a nacer Gonzalo, su hermanito, yo me cansé de dormirle en brazos y decidí adoptar el método Estivill. La realidad es que no lo apliqué al 100%. Simplemente procuré ir dejándolo en la cuna y estar con él un rato, acariciarlo, darle la mano... Poco a poco fui retirando el contacto hasta que por fin con 15 meses aprendió a dormir solo. Llorar llorar solamente lloró un máximo de 15 minutos una única vez. Para mí fue algo eterno, pero la realidad es que solo lloró así una vez, el resto del tiempo fue cuestión de 1 minutos, 2 como mucho. No lo dejábamos solo y pasábamos de él, no. Lo hicimos en versión "light", pero desde entonces pudimos tener más tiempo para nosotros, y además Gabriel disfrutaba de su sueño y amanecía más descansado y feliz que nunca.

Como no queríamos repetir el error cometido con Gabriel, con Gonzalo y Olivia optamos por enseñarles desde el primer día que después de tomar el pecho había que acostarse en la cuna (cuando ya está el peque adormilado) y dormirse ahí solito. Si veíamos que en alguna no tenía sueño (esto ya con 5 meses, porque los primeros meses duermen mucho), lo cogíamos de la cuna y jugábamos con él, claro está, ya que no se trata de dejar al niño despierto en la cuna solito. Pero sí de que aprenda que desde el minuto cero se come y se duerme solito en la cuna. Porque, gracias a eso, Gonzalo y Olivia no lloraron NUNCA para dormirse, lo que a mí me parecía una maravilla. Mi conclusión fue que Gabriel lo había pasado muchísimo peor que ellos dos, porque ellos aprendieron a dormirse solitos y disfrutar del sueño desde el principio. Y para mí eso es lo mejor, tanto para ellos como para los padres.

En resumen, creo que no hay que adoptar posturas radicales. Y por supuesto que los padres primerizos querrán disfrutar de su primer bebé en todo momento. Pero no hay que ser egoísta y hay que pensar en la salud mental de todos los miembros de la familia. Es decir, vale, tengámoslo en brazos, mimémoslo, juguemos con él, pero en el momento en el que vemos que tiene sueño, echémoslo a dormir solito en la cuna. Si esto lo hacemos desde el principio, como en los primeros meses el peque come y duerme, se acostumbra a su rutina y no siente la cuna como un abandono, sino como su momento de dormir sin más. Ni sufre, ni llora, ni hace sufrir a los padres, porque los padres descansan y ven feliz a su hijo. Yo creo que esto es lo mejor. Me ha funcionado con Gonzalo y con Olivia, y desde luego después del calvario que vivimos con Gabriel y lo mal que vimos que lo pasaba estoy convencida que es la mejor manera de enseñar a los peques a dormir.

viernes, 29 de abril de 2011

Para esos tediosos días de lluvia

Hay muchas actividades para hacer con los peques en esos horribles días de lluvia. Algunas dentro de casa, y otras fuera. Dentro de casa, podemos aprovechar para animarlos aún más a la lectura. Si tenemos títeres o peluches, podemos representar los cuentos que más les gusten y permitirles participar en la historia. Si no, simplemente narrar historias una y otra vez.

Fuera de casa, en Madrid cuando llueve la mayoría de la gente se mete a pasear por los centros comerciales. A mí personalmente eso me estresa. Pero hay un par de sitios que no están mal. Uno es el Xanadú, abierto todo el año (festivos incluidos). Tienen la parte de snowzone, que aunque hay que pagar nos puede permitir minigolf para peques, esquí y otras posibilidades, o simplemente echar mano de unos carruseles, caballos y naves espaciales que tienen donde se montan los niños una y otra (pero, claro, a costa de los euros de sus papis). Y el otro es un outlet que hay en San Sebastián de los Reyes, cerca del Decathlon, donde hay un Centro de Oportunidades de El Corte Inglés, y en la planta baja del outlet hay un maravilloso "parque cubierto". O sea, toboganes y columpios varios para que los peques se lo pasen en grande a pesar de la lluvia. Este es mi sitio favorito para esos días de lluvia, si quiero salir de casa y que los peques corran.

Pero lo que más me gusta hacer con los peques en esos días en los que nos invade la lluvia es ir a librerías infantiles a escuchar cuentacuentos. Conozco dos librerías que me gustan. Una es Kokoró (http://elmundodekokoro.blogspot.es/) y la otra El dragón lector (http://www.eldragonlector.com/libreria.html). En ambas hay cuentacuentos a las 12:00 los sábados, y en El dragón lector lo hay a las 12:00, a las 18:00 y además una vez al mes hacen cuentacuentos para bebés, con libros de tela y demás. Creo que lo tienen muy bien montado. El otro día, el 23/4, precisamente fuimos allí a escuchar cuentos, y los tres peques (incluso Olivia, que aún no ha hecho el año) se lo pasaron genial y disfrutaron un montón. Luego, eso sí, salimos de la librería con algún que otro libro (su mamá no se pudo resistir), pero mereció la pena, fue un sábado diferente y divertido, a pesar de la lluvia.

Espero que estas ideas y consejos que cuelgo por aquí le sirvan a alguien.

martes, 26 de abril de 2011

Qué hacer con los niños cuando no hay colegio y tenemos que trabajar

En este sentido, me siento muy afortunada de poder trabajar en una empresa que me valora y confía en mí lo suficiente como para permitirme teletrabajar en estos casos. No todos tienen esa suerte, y eso me permite no tener que buscar campamentos de Semana Santa ni de Navidad.

Aun así, queda el verano. Recordemos que los colegios no están pensados para los padres trabajadores, y hay 2 semanas de vacaciones en Navidades, más semana y media en Semana Santa, más 2 meses y medio en verano, en los que los peques NO tienen cole, y claro, las vacaciones no llegan a cubrir todos esos días. Luego hay que recordar también que, cuando los niños están enfermos y no pueden ir al cole o a la guarde, también cogemos días. Así que no, las vacaciones no nos llegan a todo, incluso si nos repartimos los días de vacaciones entre la pareja, con el consecuente incordio de no poder disfrutar ni de un solo día de vacaciones juntos. Aun así, no llegan los días.

En estos casos no queda más remedio que a) tirar de abuelos, b) tirar de internas (quienes tengan el placer de tenerlas), c) tirar de campamentos extraescolares.

Yo he tenido que mirar para el verano, y me he topado con un montón de ofertas, pero, eso sí: bastante inasequibles. Voy a contar aquí algunas, todas por supuesto para niños de infantil y primaria.

Tenemos campamentos urbanos, normalitos. En el cole público de mi pueblo cuestan unos 120 euros la quincena (supongo que en otros públicos por ahí andarán), pero, claro, no hay muchas plazas y nadie de garantiza que tu hijo entre si no pertenece al colegio. En los coles concertados, los precios rondan los 300 euros la quincena. En los privados, ni lo he mirado, pero imagino que de 500 euros la quincena no bajará.

Luego está la opción campamentos bilingües, bajo cuya clasificación entra de todo: desde lo bilingüe de verdad hasta lo bilingüe chapucero de "Yes, we want" (lema de la Comunidad de Madrid para promocionar los coles bilingües, incorrecto gramaticalmente en inglés, cabe aclarar). Entre otras opciones que he visto la de esta página (english for fun): http://www.englishforfun.es/?page_id=176, de los precios ni hablar.

También tenemos alternativas al aire libre, como granja-escuelas y el zoo, que ofrece campamentos de verano (y de Semana Santa, Navidad...). Lo malo que tienen por lo general estos sitios es que suelen quedarnos a trasmano a la mayoría para dejar a los peques por la mañana y recogerlos, pero si no, la verdad es que son una opción diferente, y los precios no difieren mucho de los campamentos de los colegios concertados.

Por último, hay campamentos fuera de España, para niños por lo general a partir de 7/8 años, pero ahí los precios se disparan bastante.

Todo esto me ha llevado a pensar que el mundo no está preparado para que los dos miembros de la pareja trabaje, y sin embargo hoy en día, aunque solo sea por necesidad económica, las familias con 2 o más hijos necesitan que así sea. Me parece lamentable que no se fomenten desde el Gobierno más iniciativas públicas de este tipo, o incluso que no se propongan subvenciones para ayudar a las familias que, por necesidad (e insisto: POR NECESIDAD, no como algunos padres que intentan meter a sus hijos en campamentos solo por quitárselos de encima) se ven obligadas a tener a sus hijos en algún sitio bien cuidados y aprendiendo algo mientras ellos van a trabajar.

De todas las alternativas que he visto, yo, sin duda, si me sobrase el dinero, me decantaría por las opciones de inmersión total en inglés, o por las del zoo o granja-escuela. Al menos si mis hijos tienen que estar en otro sitio que sea un lugar donde puedan aprender algo diferente a lo que hacen habitualmente en el colegio.

lunes, 25 de abril de 2011

Destete e introducción de alimentos

Cada país tiene sus normas, lo tengo visto, porque por ejemplo en Argentina los niños empiezan mucho antes a comer pasta (que tiene huevo) y en España el huevo se retrasa hasta los 9 meses.

Los pediatras en España te darán una lista que dice más o menos así:

0-6 meses pecho o biberón
5 meses: se pueden meter cereales sin gluten al biberón, o en papilla. También se empieza con la papilla de fruta.
6 meses: purés. Verduras y carnes, metiéndolas poco a poco, para detectar alergias.
8 meses: yogur con leche adaptada, se empiezan con los cereales con gluten.
9 meses: pescado
10 meses: yema de huevo, media yema en el puré, dos veces por semanas.
12 meses: clara de huevo, legumbres. Leche de vaca, yogures normales.
A partir de ahí, a pelearse con los trozos.

Según mi experiencia, una buena introducción de alimentos es esta:

0-4 meses: pecho o biberón
4 meses: si toma bibe el peque, se le pueden meter 1-2 cacitos de cereales sin gluten, para que aguante más por la noche y duerma más horas seguidas.
5 meses: papilla de frutas, cereales con gluten.
6 meses: purés. No intentar dar puré de verduras solo, sin pollo o carne, porque al niño no le va a gustar.
7 meses: yogur con leche adaptada (Mi Primer Danone o similar). Galletas.
9 meses: pescado y yema de huevo.
11 meses: clara de huevo.
12 meses: legumbres y leche de vaca, o sea, yogures normales.

Yo empezaría con los trozos cuanto antes. Mi hijo Gonzalo empezó con 10 meses y aprendió a masticar con las encías. Es lo mejor. Si los acostumbramos a los purés hasta los 2 años, luego les cuesta cambiar. Conviene empezar pronto, aunque sea con galletas y cosas que les gusten especialmente, y desde luego no más tarde del año, porque si no luego cuesta horrores.

Mi gusta mucho lo que cuenta el pediatra de mi pueblo en su blog sobre este tema: http://elmedicodemihijo.wordpress.com/2010/06/24/%C2%BF-que-le-doy-de-comer/

miércoles, 13 de abril de 2011

Restaurantes para ir con niños

No tengo mucho tiempo, así que voy a ir al grano.

Restaurantes al aire libre

http://www.los4deleon.com/
Es un sitio donde tienen unos columpios, animales en jaulitas... Los niños pueden jugar mientras los adultos comen. No hay monitores, eso sí, pero está bastante bien para comer fuera, en la terraza.

http://www.el-rancho.com/default.asp
Es un sitio cerca de Segovia La Granja, precioso y con una "guardería" con monitores, donde los niños pueden ver dibus, dibujar, jugar... También se puede ir con mal tiempo, aunque es una pena, porque los alrededores son preciosos para pasear, y además queda cerca de los Jardines del Palacio de la Granja, y dar un paseo por ahí es precioso.

http://www.mesondefuencarral.com/familia.php


Restaurantes para invierno

http://www.asadortierrakanis.es/cumpleanos.html
Sitio con pelotero y monitor, donde los niños se desfogan y lo pasan de lujo. Además, tienen menús infantiles, así que muy bien de precio.

http://www.restaurante-marettisimo.com/
Este restaurante tiene un monitor y una sala de juegos, con cosas para pintar, una tele para ver dibus y algunos juguetes, lo básico, pero para un rato no está mal. Más de dos horas no, porque los niños se cansan, ya que les falta variedad de juegos.

http://www.lafamiliar.es/kids.html

viernes, 8 de abril de 2011

Cuándo acudir al médico y cuándo no

Hoy tuve que ir al pediatra con Olivia. Ayer le descubrí un ganglio junto a la oreja derecha y lo tuve claro: supe que tendría que verla un médico. Y entonces me alegré de que no fuera mi primer hijo, porque yo sabía exactamente qué hacer. Por eso pensé en escribir en este post un par de ideas para orientar a los papás cuando tienen a un peque malito.

Desde mi humilde opinión y por mi experiencia, diré a continuación cuándo yo, personalmente acudiría al médico y cuándo no.

EL PEQUE TIENE FIEBRE LEVE Y NADA MÁS, NI CATARRO NI MOCOS, NADA DE NADA.
Yo esperaría uno o dos días, porque la fiebre puede ser por los dientes sin más, y si después de dos días sigue con fiebre y la fiebre es alta (más de 38,5) iría al médico para descartar que tenga alguna infección, de oído o de garganta.

EL PEQUE ESTÁ ACATARRADO, TIENE MOCOS Y FIEBRE.
Un virus, muy típico sobre todo en niños que van a guardería. Iría al médico si la fiebre persiste después de dos días, porque el catarro se puede complicar y derivar en algo más grave. No esperaría dos días (sino que iría antes), si el niño tuviera problemas para respirar o se agita mucho.

EL PEQUE ESTÁ MAL DE LA TRIPA Y VOMITA MUCHO.
Tendrá una gastro, pero eso tiene que diagnosticarlo un médico. Seguramente dirá que tiene que comer poquito y cada poco tiempo, para que su cuerpo lo tolere, y también que se tiene que hidratar bebiendo agua, zumo o suero especial para bebés (los hay en polvo, para los más peques, y en briks de zumo, para los más mayores, y son una buena manera de alimentar a los bebés que no toleran ningún alimento). Seguramente dirá todo eso, pero yo no soy médico, así que acudiría al médico para confirmar el diagnóstico y luego ya me quedaría tranquila. Salvo en casos muy graves, no iría a urgencias, sino a mi pediatra de cabecera.

En todos estos casos, acudiría al médico, pero no a urgencias, salvo casos graves, como que el niño no respire bien (se ahogue), o la fiebre sea muy alta (de más de 39 grados) y no le baje con los antitérmicos de siempre: Dalsy y Apiretal. Esto podría indicar que el cuadro es más grave de lo que parece, y en esos casos sí podría yo llegar a ir a urgencias si veo que la cita que me darán en el médico sería muy tardía. Sobre todo porque la fiebre tiene que bajar, y a lo mejor el médico considera oportuno subir la dosis de la medicina.

Pero nunca iría a urgencias con un niño con mocos sin más, o unas pocas décimas de fiebre.

En el blog de "el médico de mi hijo" hay un post muy interesante al respecto: http://elmedicodemihijo.wordpress.com/2010/06/21/urgencias/

jueves, 7 de abril de 2011

Fresas con yogur de fresa y plátano


Esta noche tocaban fresas. Gonzalo, mi peque de 2 años y medio (el de la foto de arriba), no tiene problemas en comer de todo, y estaba encantado con la idea. Pero Gabriel, mi peque de 3 años y medios, me dijo "a mí no me gustan las fresas, no las puedo tragar".

Se me ocurrió hacerle participar en la elaboración del postre. Cogí un yogur de fresa y plátano que le gusta mucho, un cuenco, unas cuantas fresas (que había preparado la noche anterior con azúcar y agua de azahar) y le dije: "Come on, Gabriel. Help me cook this for you. Yo have to stir it like this (Venga, Gabriel, ayúdame a prepararte esto. Tienes que mezclar así)".

Y ahí que fue él, encantado de la vida, mezclando y mezclando, hasta que el yogur cambió de color y se puso todavía más rosa. Él decía que eran fresas mágicas y que hacían cambiar de color al yogur. ;)

Así que recomiendo esta solución para todos los padres que tengan niños vaguitos para masticar la fruta.

miércoles, 6 de abril de 2011

Recetas creativas para peques

He recopilado aquí 4 cenas rápidas, ideales para los padres que trabajamos, y que han sido las más exitosas en mi casa.

MARIPOSAS DE SALCHICAS CON PURÉ
Muy fácil, o bien puré de bote y salchicas, o bien un puré casero y salchichas. Se coge una salchicha para hacer de cuerpo central de la mariposa, y con la otra salchicha se decoran las alas de puré (ver foto).

CARITAS SONRIENTES DE SALCHICAS CON PURÉ
También, facilísimo, igual que la anterior, pero en lugar de hacer mariposas se hacen caritas. Para que la salchica coja la forma curvada, la envolvemos recién hecha en papel de aluminio y la metemos en un sitio que la aplaste. Yo, por ejemplo, tengo un termo de purés de Chicco (muy recomendable, por cierto), meto ahí la salchicha y se aplasta con la tapa. Pero se puede aplastar con cualquier otra cosa. Si está caliente, cogerá la forma.

EL GUSANITO DE VERDURAS Y PESCADO
Se puede hacer con varitas de pescado, pero también con fingers de pollo o varitas de queso.
Se cortan las verduras que se quieran en círculos y se hace la forma del gusano (en la foto que está aquí, judías verdes, zanahorias y calabacines). Para que sea menos sosito, con mayonesa o ketchup sí se comen las verduras. Eso sí, hay que poner muy poquito, porque no es bueno para los peques pequeños.

COCHES DE PASTEL DE PESCADO
Muy fácil. El pastel de pescado es facilísimo. Se usan unos 400 gr de pescado crudo. Se mete el pescado en una batidora de vaso (en mi caso), con un bote de 200 ml de salsa de tomate, 3 o 4 huevos, sal y pimienta, un bote de 200 ml de nata líquida. Se mezcla todo bien y luego se echa en un molde de pudin previamente untado con pan rallado. Al horno (ya caliente) a 170 o 180 grados, a baño maría, y en 50-60 minutos está listo.
(Lo del baño maría, para las inexpertas como yo, supone que el pudin ha de estar circundado de agua caliente. Lo mejor es usar una fuente profunda de horno, llenarla de agua y meter dentro el molde de pudin con el pescado).
Para dar la forma de coche, se cortan rodajas y se les añaden galletas redondas saladas, cuatro, una por cada rueda (ver foto).

Os dejo con una página web muy curiosa, con ideas para hacer sándwiches muy divertidos:
http://www.funkylunch.co.uk/gallery.htm

Escolarización de niños 3-6 años

La educación infantil de estas edades se llama "educación infantil de segundo ciclo": 3 años, 4 años y 5 años.

Esta educación solo se imparte en colegios, no en guarderías. Al igual que para las guarderías de 0-3 años, hay colegios públicos, públicos-concertados y privados. En un colegio público prácticamente se paga el comedor (entre 80 y 110 euros, depende del centro), si se quiere hacer uso de él, y las horas extra de por la mañana y por la tarde que los padres necesiten: normalmente lo que se denomina "los primeros del cole", horario ampliado de 7:00 a 9:00 y extraescolares para por la tarde: de 16:00 a 17:00, de 17:00 a 18:00, de 18:00 a 19:00 (aunque no todos los coles garantizan estos horarios ampliados).

A la hora de elegir un colegio para los peques, si los padres son trabajadores sugiero que se miren estos aspectos:
-Posibilidad de horarios ampliados por la mañana y por la tarde
-Campamentos de Navidad, de Semana Santa y de verano (los precios en los públicos suelen ser de 150 euros la quincena, pero en concertados y privados, no bajan de 300 euros la quincena)
-Comedor escolar

Para que nos hagamos una idea de precios, para dejar a un niño de 8:00 de la mañana a 17:00 de la tarde, en un público gastaremos alrededor de 120 euros; en un concertado, alrededor de 300 euros (los hay más caros, ojo); en un privado, desde 500 euros en adelante.

La escolarización en público o concertado se solicita en marzo/abril. De hecho, el plazo de esta convocatoria finaliza el próximo 11 de abril. Y va por puntos: en mi caso, mi peque, que entra este año, tiene: 4 puntos por cercanía a domicilio (computa igual la cercanía al domicilio o al trabajo); 4 puntos por tener a su hermano dentro; 1 punto por renta (dan entre 0 y 2 puntos); 1,5 por familia numerosa general, o sea, 10,5 puntos. Lo normal es tener 5 puntos: 4 por cercanía y 1 por renta.

En los privados los mecanismos de acceso varían mucho y hay colegios que reservan sus plazas más de un año antes, así que en estos casos, aconsejo mirar con tiempo.

Espero haber sido de ayuda. ;)

Escolarización de niños 0-3 años y becas de guaderías privadas

En este post pretendo contaros aquellas cosas que yo cuando me embaracé no sabía y que fui aprendiendo sobre la marcha, porque me habría encantado que alguien me lo hubiese explicado así de claro. La educación de niños de 0 a 3 años se denomina educación infantil de primer ciclo: 0 años, 1 año, 2 años. O sea, hay tres cursos en primer ciclo de infantil: 1º de primer ciclo de infantil, 2º de primer ciclo de infantil y 3º de primer ciclo de infantil. Esta educación no es obligatoria, pero me temo que para las mamás que trabajamos prácticamente sí lo es.

El primer ciclo de infantil se puede cursar en algunos colegios y en guarderías. Es decir, hay colegios de primaria que tienen primero y segundo ciclo de infantil también y, por otro lado, hay guarderías.

Las guarderías públicas suelen costar poco, pero depende de las horas que uno necesite dejar al niño. Lo básico suelen ser 4 horas, en cuyo caso no se paga nada en las públicas. Sin embargo, por cada hora extra que debemos dejar al niño y por el comedor se paga aparte. Los precios varían mucho, pero en mi caso, que necesitaba dejar al peque 8 horas, la guardería pública me salía unos 100-120 euros al mes.

Luego están las guarderías concertadas, que son mitad públicas y mitad privadas. En mi caso, cuando averigüé para mis peques la concertada me costaba unos 250 euros al mes, más o menos el doble que la privada.

Y por último las guarderías privadas, que suelen rondar, para una jornada de 8 horas, entre 350 euros (las baratas) y 500 euros (las caras, y las hay más caras aún). Para las guarderías privadas se pueden solicitar becas de la Comunidad de Madrid. Más información en: http://www.madrid.org/cs/Satellite?pagename=ComunidadMadrid/Home (pinchar en "Cheque guardería"). Para la convocatoria de 2011-2012, se acaba de abrir el plazo de solicitudes y hay que mirar aquí: http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_Actuaciones_FA&cid=1142387322217&idConsejeria=1109266187254&idListConsj=1109265444710&idOrganismo=1142359902140&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstructura&pv=1142387040750&sm=1109266100977

Hay que hacer números siempre, no creáis que siempre la concertada es mejor que la privada. En mi caso, por ejemplo, al hacer números me salía exactamente igual una que otra, contando con la beca de guardería. Es decir, iba a pagar 260 euros en la concertada (para que la que NO se puede solicitar beca) y pagaba 360 euros en la privada (menos los 100 euros que te da la Comunidad de Madrid), con lo cual para mí era lo mismo. Y en la concertada cada año tenías que echar la solicitud, porque nadie te garantiza que tu hijo esté dentro los tres años que dura el ciclo, ya que dicha educación no es obligatoria (en coles, para segundo ciclo de infantil, sí se garantiza y una vez que el niño está dentro, sigue en el mismo centro, salvo que uno no quiera).

El último aspecto importante que se ha de tener en cuenta es el plazo de matriculación. En los centros públicos y concertados, el plazo es muy pronto (suele ser por febrero/marzo), si el niño no está nacido para esa fecha casi seguro que no tienes plaza. Va por puntos: padres trabajadores, cercanía de domicilio o sitio de trabajo, renta, familia numerosa... Pero si el niño no ha nacido cuando hay que presentar la solicitud automáticamente pasaréis a lista de espera. En las privadas, por el contrario, uno puede reservar la plaza desde el momento en que está embarazado. Depende de las guarderías, pero por lo general se reserva la plaza antes de que el niño nazca, pero se concreta la matrícula al nacer el peque. Y a partir de entonces se paga cada mes la cuota mínima que tenga establecido el centro para tener derecho a la plaza. Me explico: si el niño nace en octubre, la guardería se debe reservar en febrero/marzo. En octubre, se empieza a pagar XXX euros al mes (en mi caso eran 180, la mitad de la cuota) hasta que termine la baja de maternidad y el peque entre al centro. O sea, en mi caso, estuve pagando desde octubre hasta febrero, y en marzo se incorporó al centro (mi baja duró: 16 semanas de maternidad, más días de lactancia, más vacaciones). Bueno, me estoy explayando mucho, pero es que creo que es importante saber todas estas cosas.

Lo dicho: la convocatoria de las becas de guardería ya está abierta, así que los que lo necesitéis, como yo, no os durmáis. El plazo acaba el 29 de abril. Recomiendo la solicitud temática, o sea, que os saquéis el certificado digital, porque es mucho más cómodo, pero todavía se puede hacer en papel. Espero que esto os sirva de ayuda a las embarazadas o a las primerizas.

martes, 5 de abril de 2011

Carritos y sillas para el coche

Me acaban de hacer una consulta y he decidido explicar aquí cómo funciona lo de los carritos de paseo y sillas para el coche.

Cuando el niño nace necesita ir tumbado, porque no tiene el cuello fuerte y no es bueno que vaya en un huevo (Maxi-Cosi o de otras marcas). Por eso existen los capazos. Jané tiene un capazo que sirve para el coche y para el carrito de paseo, pero seguro que hay otras marcas que también valen. El capazo se usa como máximo hasta los 6 meses; yo personalmente lo utilicé solo los dos primeros meses, porque a) el enganche para el coche es complicado y b) el peque va más feliz en el carrito de paseo cuando puede ver lo que pasa a su alrededor.

Después del capazo, necesitamos un huevo. El huevo vale tanto para el coche como para el carrito, o al menos eso es lo que conviene hacer: comprar un carrito de paseo que admita el huevo y el capazo. Los llaman "tríos", tres en uno: carrito de paseo con silla, capazo y huevo todo junto. En el huevo el niño puede ir desde que tiene un mes hasta que tiene un año, más o menos. Normalmente cuando el peque pesa ya 9 kilos y se le incómodo en el huevo, se cambia a la siguiente silla. En el carrito de paseo, se puede usar el capazo hasta los 6 meses y después el huevo, o directamente la silla, ya que con 6 meses el peque puede ir en la silla de paseo. Si se usa el capazo solo los dos primeros meses, entonces sí que para pasear es necesario tener un huevo, porque con dos meses el bebé no puede ir sentado en la silla de paseo. Es decir, mis sugerencias: EN EL COCHE, capazo hasta los 2 meses y luego huevo grupo 0 (de 0-9 meses) o 0/1 (de 9 meses a 15 kilos aprox.). EN EL CARRITO PARA PASEAR, capazo hasta los 2 meses, luego huevo y luego silla de paseo; o bien, capazo hasta los 6 meses y luego directamente silla de paseo.

A partir de los 9 kilos aproximadamente ya pasamos a las siguientes sillas para el coche. Las hay de todo tipo y esto va por grupos. Grupo 0 (hasta 9 meses aprox.), grupo 1 (hasta 18 kilos), grupo 2/3 (de 15 a 36 kilos). Después de los 36 kilos ya se usa un sillín elevador, y listo, hasta los 12 años, que es la edad a partir de la cual los niños pueden ir como los adultos en el coche.

Mi silla favorita es la kiddy comfort pro. La recomiendo siempre, porque es cómoda, segura y vale para siempre, desde que el peque tiene 9 meses hasta que tiene 12 años. Más información aquí: http://www.kiddy.de/en/childrens-car-seats/9months-12years/kiddy-comfort-pro.html

¡Espero que este post haya sido de ayuda!

lunes, 4 de abril de 2011

Receta para los golpes en la cabeza

Primero, coger el ingrediente principal con mucho sosiego y observarlo bien para descartar mal estado.
Segundo, mimarlo mucho para que se sienta protegido.
Tercero, buscar la barrita-antigolpes (una barrita, como una barra de labios, que se encuentra en la farmacia, de letras en color violeta) y ponerla en la zona.
Cuarto, añadir unos besitos mágicos de mamá o papá.
Quinto, sazonar con un poco de risas, cuentos o cualquier otro aditivo que combine bien con el ingrediente principal.

De lunes

Hoy el día empezó como cualquier otro lunes: a las 6.30, con los párpados cerrados, la ducha; y después, media hora para hacerlo todo... Desayunar, preparar mochilas del cole, preparar comidas nuestras para llevar al trabajo, tirar la basura, poner secadora (sí, un invento muy necesario cuando se tienen más de dos peques). Y por supuesto los llantos y quejas de todos los lunes: "no quiero ir al cole", "estoy cansado", "quiero dormir más", "todavía es de noche". Un lunes más en el que parece que se acaba el mundo y en media hora tienes que dejarlo todo hecho.
En el trabajo, también un lunes muy duro: con las típicas entregas para el lunes a primera hora y los típicos mails recibidos durante el fin de semana que te esperan ahí en la bandeja de entrada en cuanto enciendes el ordenador, como si te estuvieran diciendo: "ah, te fastidias, tú has querido no trabajar el viernes después de las 17.00, pues ahora jódete y léete los 60 mails que te han llegado desde entonces en tiempo récord".
Y luego la salida de los peques del cole: berrinche va, berrinche viene, que si estoy cansado, que si no quiero merendar esto, que si mamá y no papá, que si papá y no mamá, que si no me quiero bañar, que si quiero ver dibus, que si quiero seguir jugando, y un sinfín de quesíes más que prácticamente te absorben el poco aire puro que has podido coger desde la salida del trabajo. Pero lo peor de todo viene cuando todo se complica con un golpe, una pelea entre hermanos o una travesura que requiere un castigo... Ay, los golpes. Hoy Gabriel se puso tontorrón y se dio un golpe en la cabeza, cayó para atrás y ¡zas!, cabezota contra el suelo. Y luego, se puso más tonto aún. Yo ya me veía saliendo a urgencias, porque mi pediatra siempre nos ha dejado claro que, si tras un golpe, el niño está como atontado, hay que llevarlo al Niño Jesús sin falta. Pero claro, ¿cómo distinguir cuando se pone tonto porque está cansado de cuando se pone tonto porque realmente le pasa algo? Difícil, la verdad. Al saber hablar ya, le hicimos las típicas preguntas de Hospital Central: ¿cómo te llamas?, ¿cuántos años tienes?, ¿dónde está mamá? Y mi marido y yo respiramos al ver que todo iba bien porque contestaba como siempre.
Y después de un baño accidentado, una cena con la música del llanto de Gonzalo de fondo, y unos pises en el váter escasos y sospechosos de que tal vez esta noche nos espere una de esas tantas noches en vela que tanto nos "gustan" a los padres, el silencio... Ay, qué maravilla, pienso. Y sin embargo, por extraño que parezca, porque realmente es algo extraño y totalmente inexplicable y difícil de transmitir con palabras, pienso que lo mejor de mi día ha sido la sonrisa de mis tres peques.
(El abuso de las "y" es totalmente voluntario, porque es lo único que me permite trasladar con palabras el ajetreo del día a día)

viernes, 1 de abril de 2011

89 cosas para comprarle al nuevo bebé


PARA EL BAÑO Y EL ASEO
1.    Termómetro de baño. En mi caso, muy útil. A Gabriel le gustaba bañarse a 37 grados y medio, y al principio lloraba mucho cuando lo bañábamos porque teníamos la temperatura a 36. Luego se fue acostumbrando, aprendimos que cuanto más calentita mejor, pero sin pasarse, y genial. En verano, sin embargo lo bañamos a 32-33 grados. Sin el termómetro es más difícil comprobar la temperatura, y los primeros son cruciales. Venden un termómetro buenísimo de Avent Philips, con forma de flor. Se puede usar en la habitación, para regular la temperatura, que tiene que estar a 22 grados siempre, y para el agua.
2.    Toallas y capas de baño. Por lo menos tres, se usan mucho.
3.    Cepillo y peine. A mí me gustan mucho los de Dulces, muy cómodos y a Gabriel le vinieron fenomenal.
4.    Esponja suave. Para recién nacido, tiene que ser muy suave. Suavinex tiene unas muy buenas.
5.    Tijera con punta redonda. O cortaúñas para bebés. Yo tengo las dos cosas, por si acaso, pero uso más el cortaúñas. La tijera me viene bien para cortarle algunos pelillos sueltos.
6.    Bastoncillos. Los que hay para bebés, es más que nada para limpiarle las orejas por fuera (nunca el oído, que se puede dañar), que juntan porquería y cera.
7.    Crema para la dermatitis seborreica. A nosotros nos vino fenomenal la marca Kouriles. Es cara, pero fue lo único que le quitó la grasa de la cabecita. 
8.    Jabón líquido para bebé (gel). Nosotros probamos varios hasta que nos quedamos con uno, pero para los primeros meses cualquiera de farmacia está bien.
9.    Crema hidratante para bebé. Nosotros no la usamos porque a Gabriel no le gustaba, pero hay marca Mustela, Johnsons, Nenuco. Yo recomiendo comprar una de farmacia: Mustela o cualquier otra.
10. Aceite de almendras. Se puede echar en el agua del baño o darle masajitos después. A Gabriel lo de los masajitos no le gustaba mucho, así que lo echamos en el agua y listo. Con Gonzalo nos vino fenomenal, porque cuando nació se le descamaba la piel y con el aceite en el baño se acabó.
11. Crema balsámica para el culete. Sin duda, Sebamed. Buenísima, le deja el culete fenomenal.
12. Colonia. Hay que echársela en la cabecita y en la ropa, nunca en la piel. Mejor el primer mes no ponerle, para que se acostumbre a los olores de papá y mamá.
13. Pañales etapa 1. Conviene tener ya en casa al menos un paquete, porque el primer tiempo salir a comprar resulta imposible. Si el niño nace con mucho peso, entre 3,5 y 4 kilos, conviene comprar poco de este, porque enseguida pasará al etapas 2.
14. Pañales para recién nacidos (1 paquete). O dos, depende del peso del niño. En mi caso, usé casi 2, porque Gabriel se manchaba mucho. Y con Gonzalo, sólo 1, porque pesó mucho más al nacer.
15. Alcohol 70º
16. Gasas. Para limpiarle el cordoncito.
17. Suero fisiológico o agua de mar (RINOMER). Fundamental para que tenga la nariz sin mocos. Una maravilla, usado con el sacamocos.
18. Sacamocos de aspirar. Narhinel, creo que se llama. En la farmacia lo venden. Buenísimo. No tires los repuestos, se pueden lavar y reutilizar. Nosotros lo descubrimos después de tirar una caja de repuestos, y son caras para todo lo que se usan.
19. Aspiramocos eléctrico. De Mothercare, muy bueno para no pillar los virus de los niños. Mejor que el sacamocos de aspirar manual. De elegir uno, me quedo con el eléctrico, mucho mejor.
20. Toallitas limpiadoras. A mí las que mejor me han ido son las Dodot Sensitive, pero tienes que ir probando.
21. Crema para dermatitis atópicas. Muy buena la Physiogel, para los granitos o sudamina que les salen a los peques, sobre todo los que están con pecho, durante los primeros 3 meses.

PARA LA HORA DE DORMIR
22. Osito para que no se dé la vuelta en la cuna. En El Corte Inglés venden uno muy bonito en blanco, azul, rosa o amarillo. Es muy útil porque los niños durante los 6 primeros meses al menos han de dormir de lado, y así te aseguras de que no se mueven.
23. Cámara de vigilancia. Yo recomiendo una con cámara para poder verlo y dormir más tranquila. Así no hay que estar entrando y saliendo de la habitación diez mil veces. Importante que comprobemos tamaño de pantalla; si es color y con visión nocturna, mejor; y por último que pueda engancharse de algún modo a la pared o cuna sin que el niño pueda cogerla y enredarse el cuello con el cable. La nuestra es marca Rimax.
24. Chupetes para 0 meses (marca Avent, Nuk). Gabriel no usó chupete, pero los que más le gustaron fueron los Avent. Están muy bien porque vienen con un tapón, así que el chupete, aunque esté encima de la mesa o en contacto con el aire, no se ensucia tanto.
25. Saquitos de dormir. Grobag tiene. En www.vertbaudet.es también tienen unos muy monos y originales. Los hay de dos tallas, por lo general: hasta 6 meses y luego a partir de 6 meses hasta 2-3 años. En realidad, los sacos son prácticos cuando el bebé se mueve mucho en la cuna. Hasta los 7 meses no hace falta, pero Gabriel llegó al invierno con 11-12 meses, y entonces sí que son útiles.
26. Eleva-cunas. En www.vertbaudet.es lo venden, muy práctico para los bebés cuando tienen moquitos. Para cualquier edad.

PARA COMER
27. Biberones. Conviene tener en casa porque nunca sabes si el bebé aceptará bien el pecho o no. Nosotros usamos los Avent, muy buenos. Gabriel no tuvo ni un solo cólico, tal vez fuera casualidad, pero… Gonzalo tampoco tuvo cólicos con esta marca, bastante recomendable. Hay que ir cambiando las tetinas a medida que el bebé crece.
28. Biberón pequeño para agua. En nuestro caso lo empezó a usar con 6 meses, cuando empezó con los purés.
29. Portabiberón. Dicen que es útil. Yo sinceramente no lo usé para nada. Importante no comprar uno bonito, sino uno que se ajuste al biberón que compras, porque cada biberón tiene su medida. Varía mucho según cada marca.
30. Calientabiberones. Muy inútil. Gabriel sólo se tomaba la leche si estaba bien calentita. Compramos uno porque era nuestro primer hijo, pero con el siguiente nos dimos cuenta de que existe un maravilloso invento llamado “microondas”. Además, cuidado, porque cada marca de biberón tiene su calientabiberón y no todos los bibes caben en todos los calientabiberones; hay que decidirse por la marca de bibes antes de comprar el calientabiberones. Desde mi punto de vista, inservible totalmente.
31. Termo. Si haces muchos bibes resulta muy útil, porque dejas el agua a la temperatura justa en el termo y luego no tienes que andar ni enfriando ni calentando el biberón. Es más rápido, muy práctico. Nosotros lo descubrimos tarde y nos facilitó la vida. Y para salir fuera de casa, conviene tener uno de medio litro, que es más pequeño y se lleva muy cómodamente en el bolso del bebé.
32. Termo para papillas. Chicco tiene uno, muy práctico para salir fuera de casa y tener la comidita calentita. No es muy caro: 55 €.
33. Tetinas anatómicas. Las tetinas dependen de la marca de biberones, pero que sean las de los primeros meses, para que se adapten al paladar del bebé.
34. Baberos. Se usan mucho. Los dos o tres primeros meses, de tela o algodón mejor. Y luego de toalla. Cuando empiezan con purés hay con mangas y cuerpo entero, muy útiles y prácticos, y de plástico, muy fáciles de lavar. Consejo para cuando empiezan con purés: babero con recogemigas, de plástico duro, muy fácil de lavar y útil. En la página web www.etic-etac.com tienen baberos personalizados (y también bodys).
35. Esterilizador. Nosotros tenemos el de microondas y es súper práctico. Desde mi punto de vista, los de microondas son mejores que los eléctricos, que usan pastillas y son más rollo.
36. Escobilla para limpiar biberones. Pensaba que era una tontería, pero es fundamental. Elegir una bien sólida. La Suavinex está muy bien. Antes compramos otra marca y se rompió enseguida.
37. Robot de cocina para bebé. Es súper útil para preparar sus purés y papillas de frutas. Muy rápido y práctico, fácil de usar… Gabriel no come ni un solo potito y a mí no me cuesta nada hacerle sus comidas con esto. Sin esto sería un coñazo. Para mí el mejor es BabyCook. En Imaginarium también tienen uno nuevo ahora, que envasa al vacío; dicen que está bien también.
38. Trona. La de Jané está muy bien porque luego se puede usar como silla y mesita. Pero hay muchas otras en el mercado. Mi favorita: la stokke, porque evoluciona con el bebé a medida que crece y lo pueden usar luego como sillas, con 3 o 4 años.
39. Dosificadores de leche. Son súper prácticos porque llevas cada dosis de leche en polvo en un compartimiento. Así es más sencillo preparar los bibes cuando estás fuera de casa.
40. Cucharas para comer. Importantísimo elegir bien la cuchara. Que no sea demasiado pequeña, porque si no el niño come menos, ya que al principio se cansan de comer, así que conviene ponerles en la boca la cantidad justa (ni poco ni muchísimo). Saro tiene unas que están bien. Dicen que las mejores son las blandas, pero a Gabriel no le gustaron nada. A mí las que me funcionaron son unas largas, especiales para cuando el niño empieza a coger la cuchara solo (alrededor del año), y son de plástico duro. Parecen pequeñas, pero como la cuchara es más profunda que otras, cabe la cantidad justa en la boca. A Gabriel le encantan estas cucharas. Importante: comprar varias, porque una vez que el niño se acostumbra a un tipo de cuchara (sobre todo cuando es peque, de los 6 a los 10 meses), si se rompe la cuchara, luego puede que no quiera comer con otra, así que hay que tener de repuesto, por si acaso.

PARA SALIR O PASEAR
41. Cochecito con capazo. Nosotros usamos el Jané, y súper bien calidad-precio. Muy útil lo de los tres en uno: capazo, portabebé y silla ,y también el manillar entero, para empujar el carrito hablando por teléfono y manejarlo con más facilidad. Hay gente que prefiere dos asas individuales para colgar bolsas, como el de Chicco. Va en gustos.
42. Fundas para el cochecito. Funda para el portabebé y la silla (para verano) y saco para el portabebé y la silla. Los sacos son muy prácticos porque el bebé no pasa nada de frío. Lo que no nos sirvió para nada fueron las sábadas para el capazo. Muy incómodo. Buscar mejor alternativas: mantitas, sacos enteros…
43. Manta para pasear. El bebé ha de estar muy protegido del frío, así que conviene tener previstas las mantas de paseo.  
44. Sonajero o juguete. Les empieza a hacer gracia más adelante, pero vienen muy bien cuando uno sale con ellos de compras.
45. Silla de coche homologada. Nosotros usamos el portabebés de Jané y luego ya compramos la Kiddy Comfort Plus, a partir de 9 kilos (hasta 36). Conviene consultar los estudios de seguridad que se hacen cada año y elegir la mejor.
46. Arnés para silla Grobag. Muy práctico para salir con el peque por ahí y sentarlo en cualquier silla. Eso sí: desde que se mantiene sentado solito. Antes no conviene. El Corte Inglés tiene uno también que se infla y eleva al niño aún más (a partir de 12 meses, pero Gabriel con 10 ya lo podía usar). Parece muy cómodo y en 2008 cuesta solo 35 €.
47. Baberos descartables. En Mercadona los venden por muy poco (creo que 1 o 2 euros en paquetes de 10 unidades). Son practiquísimos si se sale de viaje, de usar y tirar.

ROPA
48. Manoplas, calcetines y gorrito. Para la primera puesta. El primer día es fundamental que les pongamos el gorrito, y yo diría durante la primera semana. Es importante que no pasen nada de frío.
49. Patucos y calcetines. Nosotros patucos no usamos, pero calcetines continuamente hasta que llegó el verano. Conviene elegir siempre calcetines que no aprieten al bebé.
50. Jerséis de lana. A mí la lana no me gusta nada y compré ropa de tela de peluche, pero va en gustos.
51. Saquito para pasear. Muy importante que sea práctico. Al principio duermen todo el día y conviene ponerle ropa fácil de poner y quitar, para no despertarlo. Si cogemos un saquito, que sea cómo y holgado.
52. Pijamas (8). Fundamental tener muchos: al principio es lo único que usa prácticamente y lo manchan mucho.
53. Peleles. Se puede alternar pijamas y peleles. Son la ropa más cómoda para el primer mes.
54. Bodys de algodón (8). Comprarlos, igual que el resto, holgaditos, porque enseguida se quedan pequeños. Los bodys durante el primer mes conviene que sean de algodón y con abertura por delante, no de los que se meten por la cabeza. En El Corte Inglés venden unos muy resistentes y fáciles de poner y quitar.
55. Conjuntos de bebé. Dos o tres, para tener para sacar al bebé de paseo. No compres muchos muy pequeñitos porque enseguida crecen.
56. Arrullos. Muy útiles los tres primeros meses para que la gente los coja con más seguridad y para que estén abrigaditos.
57. Gorros. Hay que tener dos o tres para los primeros meses.

HABITACIÓN
58. Perchas infantiles
59. Papelera infantil
60. Pomos armario
61. Medidor de pared. En la página web www.etic-etac.com tienen medidores de pared súper interesantes, personalizados.  
62. Cuna
63. Protector de barrotes de cuna (2). Hay que comprar dos porque, aunque al principio no se muevan en la cuna, más adelante sí lo harán y hay que tener protegidos los barrotes de ambos lados en su totalidad.
64. Juegos de sábanas
65. Edredón o manta
66. Lámpara de techo
67. Cortinas para la habitación
68. Mueble bañera (con su funda). Súper útil. Nosotros lo seguimos usando con Gabriel, que ya tiene 10 meses.
69. Toalla para la bañera y capa haciendo juego. Las toallas con capucha son muy útiles.
70. Cajonera/cómoda bonita para el cuarto
71. Armario bonito
72. Juguete musical
73. Neceser bebé
74. Cambiador de bebé
75. Bolsa de paseo con portachupete
76. Humidificador de aire frío, ultrasónico. Importante no comprar el que suelta aire caliente, porque el niño se asa y es contraproducente. Sólo vale para cuando está muy enfermo, pero para el día a día es mejor el humidificar normal. Si es ionizante, o sea, que purifica el ambiente, mejor que mejor. El de Avent ultrasónico creo que es así. Cuesta unos 120 euros.
77. Contenedores de pañales. Para tirar los pañales a la basura y que no huela. Muy útil. El nuestro es de marca Tommee Tippee. 

SEGURIDAD EN CASA Y SALUD
78. Barreras para escaleras. La marca Red Castle está muy bien, porque no hay que taladrar la escalera; se ponen a presión. La venden en El Corte inglés, pero conviene consultar la página web oficial original para ver exactamente la medida que se necesita y las extensiones necesarias para cubrir el hueco de la escalera: http://www.redcastle.fr/nc/en/red-castle-home-city/red-castle-h-c/?tx_ttproducts_pi1%5Bcat%5D=205.
79. Barrera para la bañera. Ya cuando el niño se bañe en bañera normal (después de los 6 meses) esto viene muy bien. También hay una de Red Castle que tiene buena pinta.
80. Protectores de enchufes. En Leroy Merlin venden un pack de varios que viene muy bien. Fáciles de poner y quitar.
81. Mecanismos para no abrir las puertas y los cajones. En Leroy Merlin venden una marca muy buena. Tienen unos mecanismos para las puertas correderas y otros para las puertas que se abren de un lado. Lo de los cajones también está bien.
82. Esquineros. En El Corte Inglés venden unos acolchaditos que están muy bien. Te venden un pack con 4 esquinas y laterales, o también una caja con un rollo largo del material para que se use lo que se necesita. El color es feo, un beige raro, pero de todo lo que hemos visto en el mercado es lo más práctico de poner. Y funciona también para los bordes de las escaleras; Gabriel da fe de ello.
83. Arnidol. Barra tipo roller para los golpes. Les calma el dolor.
84. Apiretal y Dalsy. Para la fiebre, indispensables.
85. Nebulizador. Fundamental para cuando los niños tienen mocos y toses. Viene fenomenal. Gonzalo tuvo una bronquiolitis muy grave y con esto se curó mucho más rápido. Son aerosoles a los que el médico te receta ventolin o alguna otra medicina, y vienen fenomenal.
86. Asientito para aprender a sentarse. Bebepod plus, lo venden en Mothercare, y es buenísimo para que el niño aprenda a sentarse (a partir de 3 meses).
87. Balanza. Chicco tiene una. Yo al principio no me compré, pero como Gonzalo estaba muy enfermito y era necesario para mi tranquilidad pesarlo todas las semanas, al final me compré esta y estoy encantada. Así cada semana peso a mis peques sin tener que ir a la farmacia. Te vale hasta que el niño pese 20 kilos, así que un montón.

LECTURAS
88. Tu hijo, del Dr. Benjamin Spock. El mejor libro y más completo, sin duda, sobre la educación de los niños.

PARA LA GUARDE
89. Etiquetas. Podemos comprarnos una etiquetadora y hacerlas nosotros según necesitemos, pero al final sale carísimo, porque cada recambio cuesta bastante. En la web www.etic-etac.com venden packs de guardería (y de cole) con un montón de etiquetas tanto para ropa como para mochila o biberones. Las etiquetas son con colores y dibujos y están muy bien de precio. Muy recomendable.